27.3.09

El Andar de UNO, Roca y Rama Caída. Claudia del Río

Irse del hogar para ser uno más otros, junto a otros y llevar la vida que el lugar ofrece.Elegir algún block, papeles o no, alguna ropa, libros o no, un mp3 o no.Cierta clase de representación (estoy pensando en términos de leve actuación: junto a otro y para otro) atraviesa las residencias. Lo cierto pareciera ser que esa representación titila, es intermitente, es que viene y va. La situación deviene en laboratorio.Las residencias ponen en cuestión la representación en la vida misma, es un teatro sin serlo, es un espectador actor sin serlo. Vida artificial. Vida construida.
Es antigua la ambición de comunidad, dicen de Epicuro, 306 a.c. alquila una casa cerca de Atenas y allí fueron llegando los amigos. Lo quiso Macedonio Fernández en el Paraguay, otros en la escuela de Azcona, Suiza.Pero las residencias tienen la inteligencia de no prometer la vida continua junta, contrato de 10 días, 14, 30, 120 y más.
Cuál es la afectividad de las instituciones, cuál queremos que sea la afectividad de las instituciones. Son las residencias el colmo de la afectividad? Podría dar miedo de tan cerca que se produce todo. Si la política de la distancia es la regulación permanente de nuestro mundo con otros, en las residencias se ponen en práctica de manera intensa.
Los panes, cuidados y charlas de Ale, los puentes tendidos de Ailin, la disponibilidad en el intercambio de Laura, la pasión de los Mellizos del Chaco, la profundidad de San Juan, la guía de palabras de Flor, los análisis de Aníbal, el estar tan cerca de ella misma de Lucia, el impromptu de José, la concentrada distracción de Leo, la alegría continua de Nico, la conversación y complicidad con Marian, la sinuosidad leve y entonada de la comunicación con Andrea , el ver a Chorus ejecutar, conocer a Ochi, los juegos de Fer, la pintura de Tocce, la pintura de Fer.Las obras, y la oportunidad de rondarlas en proceso. Esto es un regalo.
Es que es tiempo paradójico? En plena representación y ese exceso lo vuelve sin artificios, arcaico, extenso y concentrado, profundo como el insistente horizonte de la primera patagonia.Bajo del bus, Rosario Roca y llego a un estudio inmenso inmenso, igual al horizonte visto hace apenas minutos desde mi asiento.Arriba un cartel dice Autoservicio Mayorista, y en el piso, otro cartel apoyado dice UNO.
Me gustan las instituciones, y el poder de pensar que podemos “fabricarlas”, las mini instituciones, cada uno de nosotros podría ser una micro institución, redes, agenciamiento, economía que regula las ambiciones, contratos. Estas instituciones de autor, son modos ecológicos de acción del artista en la sociedad, quiero decir que muchos comenzamos a pensar en estos espacios de ensayo, de qué cosa?Son “vistas” y superficies de una misma obra, de estos sujetos de estas instituciones.Trabajas sin los objetos de hábito, estas dispuesta a aculturalizarte, a perder una parte para intentar estar con otros, la medida de la distancia te cambian. La construcción de nuestro día a día, luego de las residencias no es la misma.En esta oportunidad Roca invita artistas de distintas ciudades y de la propia, me gusta mucho esta intención.Es que ser residente en su propia ciudad pareciera un registro para las practicas del arte. Muchos artistas son nuevos para mi, es oportunidad de volver a ensayar qué cosa?La extensión de las relaciones, y que las obras son presencias pero, menos fuertes que las redes y los vínculos que estos espacios ensayan.Ahora el Paraná titila como los cipreses de Roca.
Claudia del Río, marzo de 2009

* UNO es una Residencia de artistas, organizada por Estudio 13, en Roca, Rio Negro, Argentina.En febrero de 2009 fue su primera edicion.Laura Spivak, Eva Grinstein y yo fuimos invitadas a pasar unos dias, conversar y ser parte de una mesa redonda en el Museo de Bellas Artes.

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